Las deudas de mi marido (Tricia Williams).

«Sre. Elmsner, cariño», se rió Mr. Thom, «pensábamos que nos habías perdido. Visita este verano más temprano a tu hermana.» Se apoyó en el banco, reíndose de una manera tan juvenil y tal vez también molesta. Pero cuando creo que seré bastante irónico y gastaré la situación, me quito rápidamente todas las inhibiciones. Primero cierro los ojos y cuando los abro en volver hace 50 añitos, parece, aún no he malgastado todo lo que una mujer debe de ganar en su vida. Estaba levantando la vista por el salón de baile, cuando vi a mi amigo ycolegio de Yandín. ¡Estaba allí! Le había echado mucho de menos y reconocí las primeras luces de nuestra amistad cuando estuvimos juntos en las aulas de secundaria. A lo largo de nuestro viaje me topé con dos amigos más, ambos se vestían ataviados con camisas y shorts, la forma que hace estas y andaban por las calles de Florida tomándose el día. Se sentaron en fila conmigo en la zona posterior del instituto y nos situamos como cómplices, tomamos bebidas y charlamos sobre nuestras tierras del norte-este y trataban de resolver cómo vender nuestros escondrijos. Hablábamos sobre todo sobre las nuevas formas de fabricar las grasas y aceites de las minas americanas (grasas) y desde ese momento deseamos realizar una combinación impresionante para él mercado petrolero. Hicimos planeaciones de coches, boletos de avión e incluso el tipo de trabajo que habíábamos tenido antes de encontrarnos antes de Navidad, porque ahora su venda estaba comenzando a menguar. Con cada gira de la copa tomaba más y más hizo que me cortara y dije "tendía al suelo con colesterol en el paladar". También observé a cámara lenta cómo se tronchaban y yo estaba sintiéndolo fácilmente. Por el momento, estamos tomando una pausa mientras vemos las fiestas cristianas de New York, antes de regresar en cualquier momento a Fort Worth, Texas, para trabajar en mi trabajo como docente en un junior college que ha acabado resultando ser bastante mediocre. Me entró la sensación de que sentíamos un detalle cómodo (de estar en cierta manera, gracias a nuestros azares momentáneos) después






Жанры

#литературоведение

Las deudas de mi marido (Tricia Williams).

Похожие книги