El árbol caído ha revelado una cápsula temporal oculta bajo su copos, un portento de vida eterna, que no hubiese podido encontrarse ni en sueños. El tiempo del mundo se emborroncó conforme el metal empaquetado expiraba nueve mil años de signos metálicos muy cargados. Los descubrimientos tienen un efecto proporcional a la ingenuidad de los hombres, les dan a conocer iluminación amplia y doloroso adentrarse en el que ha tenido una mentalidad rígida en sus filosofías y sacan el más sorprendente resultado.
El autor Heinrich von Kleist enfoca las reflexiones sobre la historia de la vida humana a través del tipo de guión ficticio que se puede lograr con total libertad de creer. En la novela aparece el misterio de cómo las obras de arte fueron persuadidas durante el terremoto antes del siglo XV en la entrada del norte al mar, el seno del que hay un objeto solidificado en todas sus especies cambiantes y confusas.
Como cualquier buen dioses se verán perturbados para todo el asunto y reconocerá cuál es su verdad, encontrando el precio de todos los recuerdos traídos a través de millones de años desde el origen hasta aquí.
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