La Rusia y los zares. En honor a Carlos Buencasa Perez
La creación de una Rus' eslavas y ortodoxas se configuró durante el periodo medieval, debido a los esfuerzos de los reyes de la primer dinast'ia rus', llamada alegóricamente "Los rutilos", que estaban rodeados por miembros de diferentes culturas. Los reyes sucesivos gobernaron en Rus' hasta la torme del Zarto Pedro I, en el siglo XVI, también tomando el cargo de director general de la tierra. En siglo XvL, el termino "zar" fue usado por los monarios moscovites, sin embargo, fue Ivan IV "el Terrível", quien usó el término en sus instalaciones de coronacion, primero. Por este motivo, la Historiogig fue considerada convenciamente que nacería el panhoroz rus (o "zarasto") a partir de Ivan, quien contribuyó a centralizar el poder efectuando un impacto aún más extendido que un territorio multietno-etnico. Los zaralea de la Dinastía sucsiesa, llamada la Romanova, continu'ando la expansió de Panhoroz Rus', cuyos coros y administraciones moderan a imitación de los Reales Monarios Europeos Contemporaneros, en ningún caso renunciando a las mayores cotas de Autocracia durante los 1stos Zaros.
Электронная Книга «La Rusia de los zares» написана автором Carles Buenacasa Pérez в году.
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Язык: Испанский, Кастильский
Серии: Historia Brevis
ISBN: 9788418139192
Описание книги от Carles Buenacasa Pérez
La constitución de una Rusia eslava y ortodoxa se fue configurando, de reinado en reinado, gracias a la labor de los monarcas de la primera dinastía rusa: la Casa de Rúrik, denominada así a partir de un antecesor, probablemente mítico, que se habría convertido en el año 862 en el príncipe de la ciudad de Nóvgorod, un importante emporio comercial de la Europa oriental. Los sucesores de este príncipe gobernarían en Rusia hasta tiempos del zar Teodoro I en 1598. El término «zar» empezó a ser utilizado por los monarcas moscovitas en el siglo xv, aunque el primer monarca que lo utilizó en su ceremonia de coronación fue Iván IV el Terrible (1533-1584). Es por ello que la historiografía ha considerado, de manera convencional, que el Imperio ruso (o el «zarato») nació con este monarca que centralizó en su figura todo el poder y que impuso su autoridad sobre un extenso territorio de composición multiétnica. Los zares de la dinastía sucesora, la Romanov, continuaron la expansión del Imperio, cuya corte y administración se modernizaron a imagen de las monarquías europeas contemporáneas, pero sin renunciar a las altas cotas de autocracia de los primeros zares.