Эта книга - не исследование. Это размышления о порнографической деградации нашего времени. Это эпоха, символом которой является Себастьян Пеньяра, и это имя описывает весь процесс. Он убийца, он жертва, его имя - это обещание эпохи, его имя – её разочарование. Айлвин, Лагос, Бачелет были важными символами, лидерами с разнообразными достоинствами. Но был человек, притаившийся на краю истории, который ждал своего момента, чтобы стать не только символом, но и архетипом: Себастьян Эченика Пеньяра.
Электронная Книга «Piñera porno» написана автором Alberto Mayol в году.
Минимальный возраст читателя: 0
Язык: Испанский, Кастильский
ISBN: 9789563249125
Описание книги от Alberto Mayol
Este libro no es una investigación. Es una reflexión sobre el pornográfico presente de nuestra decadencia. Esta época tiene el símbolo de Sebastián Piñera, que es el nombre que resume todo el proceso. Es el asesino, es el asesinado; su nombre es la promesa de una época, su nombre es la decepción de una época. Aylwin, Lagos, Bachelet fueron símbolos importantes, líderes con diversos méritos. Pero había un hombre agazapado en el borde de la historia que esperaba su momento para convertirse no solo en un símbolo, sino que también en un arquetipo: Sebastián Piñera Echenique, hijo ilegítimo de la derecha, hijo ilegítimo del empresariado, un genio en situarse donde ganar; un acelerador de partículas capaz de generar a su paso bombas atómicas en la sociedad. Un Michael Corleone para el crecimiento, un Fredo Corleone para la estabilización. Genio y estúpido, pero siempre banal. Antes sencillo que muerto. El gran sujeto histórico de estos treinta años es el millonario exitoso, el hombre que se hizo a sí mismo, que triunfó, que conoció la gloria en la forma en que la comprendemos en Chile: el dinero ilimitado que todo lo compra, que conduce por cualquier camino, que todo lo puede. Por supuesto, arquetipos de la obscenidad nuestra de cada día hay muchos. Sebastián Piñera, el primero y en rigor el único, el más grande pornógrafo de nuestro tiempo. A él dedicamos estas páginas. Alberto Mayol
